Había una vez un cactus que aunque no lo creáis odiaba el sol.
El cactus estaba en una maceta. Pero su problema no era ese, su problema era el sol, le hacía pasar sed, hasta que una mañana dijo:
-Estoy harto de tener el sol todo el día, me hace tener sed.
Entonces el sol respondió:
-¡Qué te pasa te estás quejando de mí!,si yo no estuviera te morirías de de frío.
Yo prefiero morir de calor que de frío-le dijo el cactus.
En medio de la discusión apareció un objeto que el cactus había visto muy pocas veces, una regadera.
Y preguntó:
- ¿Qué os pasa?.
Y el cactus respondió:
-Que el sol me hace pasar sed, y como creen que necesito poca agua ... pues no me riegan.
-Que el sol me hace pasar sed, y como creen que necesito poca agua ... pues no me riegan.
Y la regadera exclamó:
- ¡Yo tengo la solución! Pasaré un día sí y un día no a regarte y así no tendrás más sed.
-Gracias muchas gracias,-respondió el cactus.
Y así termina la historia del cactus que odiaba el sol.
Alba
Alba
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